Había escuchado hablar del guatero eléctrico y me parecía por decir lo menos algo curioso, y hasta medio peligroso, la verdad no me tincaban para nada.
Pero un buen día mi mamá me llegó contando su última novedad; se había comprado uno de estos famosos guateros, y que era lo máximo!!
Y bueno, con tanta maravilla me tenté, me compré uno, y debo reconocer que me encantó. Todo lo que dijo mi mamá era cierto y mejor, y lo comprobé en carne propia, así que les cuento con más detalle.
El guatero es como del tamaño de los típicos guateros de agua, 20 x 28 cm, (lo medí), y el material es de una tela peludita bien suave, en el interior debe traer una especie de gel y en un extremo trae un enchufe (en forma de corazón ) donde se le pone el cable que va conectado a la corriente. Se enchufa solo por unos 15 minutos aproximadamente, hasta que la luz del cargador se apaga, y eso es todo!!.
Dentro de las advertencias dice que debe ser cargado en una superficie plana con el cargador hacia arriba, no se debe usar mientras se esté cargando, no se debe aplastar, ni lavar, ni menos tratar de abrir, bueno, advertencias que pueden parecer un poco obvias, pero que no están de más.
Lo mejor es que el calor de verdad dura muchas horas, hasta estoy pensando en llevármelo a la oficina para esos días tan fríos que ni la mejor estufa nos logra calentar las piernas. Y lo que más me gustó es que cuando se enfría no queda gélido, sino que conserva una temperatura bastante decente. Lo recomiendo a ojos cerrados a todas las friolentas como yo.
El precio es de $5.990 y lo compré en el Jumbo, pero supongo que deben tenerlos en otros supermercados o multitiendas.
Porque yo lo probé 